Pires clásicos de una mente casi brillante

Jajajaja.

El domingo, día de lluvia espantoso, nos reunimos en mi casa con unos amigos. Entre charlas y risas, me contaron “Brokeback mountain”, que yo no la había visto, pero ellos sí –mi hermana incluida-. Todo esto saltó porque antes de ver “300” en el cine, pasaron un reclame de Marlboro con los super cowboys de Marlboro, y alguno hizo un chiste que no logré escuchar –porque estaba en la otra punta- con algo de “BrokenAss mountain”, y esto había sido lo único que había logrado cazar en el aire (me estoy quedando medio sorda).

Y pregunté sobre el chiste y la película (sobre “Brokeback”, “300” la fuimos a ver al cine el lunes pasado todos juntos, pero el miércoles se reunieron también a ver “Brokeback” y como yo tenía que estudiar no fui).

Entonces se entraron a reír tipo desquiciados. No entendía nada. Y ahí mi hermana empezó: “Yyy, Ine, lo que pasa es que si a la película la ves sola, te dan ganas de llorar porque es triste, pero verla comentada, llorás de risa. Es que prácticamente no tiene diálogo, es sumamente lenta, excepto las partes en que se acuestan juntos, ahí tenés una velocidad (todo esto entre risas) impresionante, en un momento los locos les dicen a las mujeres ‘nos vamos de pesca’ y 0.18 segundos más tarde te muestran un cartelote enorme que dice ‘MOTEL’ y 3 segundos después un par de AAAAHH AAAAAAHHH, y se acabó, pasa más rápido que la búsqueda del Google. Pero toda la parte que le dicen que van a pescar demora como tres horas” A esta altura estaba estrellada contra el piso revolcándome de la risa, sobre todo por lo que viene después.

Siguió: “Pero lo más impresionante, y esta imagen no me la voy a poder borrar durante el resto de mi vida por más psiquiatra al que vaya, es que en una están los dos locos, uno duerme en la carpa y le dice al otro ‘te vas a cagar de frío si dormís ahí afuera, ni bien se te apague el fueguito’, el otro se hace el macho (le dice que nooooo no se va a cagar de frío) hasta que efectivamente se le apaga el fuego y se caga de frío, (mímicas: cara de perrito desgraciado y temblando) se manda meter para adentro de la carpa, y.. en vez de dormir como harían dos hombres si tienen que dormir dentro del mismo metro cuadrado (que ya viste como son los hombres, si ya se sientan al lado se sienten muy gays, jaja, y si tienen que dormir juntos arman harto bardo), ta, en vez de ponerse frente con frente, hacen harta cucharita. Uno le caza la mano al otro y la usa de huevera –nota de la posteadora: a esta altura no podía respirar de la risa-, el cazado le dice ‘qué hacés’ y se entran a pelear por que uno se hizo el vivo con el otro, a los dos segundos se están peleando pero por quién se saca la ropa más rápido...”

Acá también se están perdiendo la imagen visual de la mímica, que hizo que tuviera que bajar al baño porque ni los riñones ni mi vejiga me daban más.

“... y (risas de la que cuenta) agarra su mano, le tira harto gargajo asqueroso, da vuelta al cazado y hace terrible comba con la mano, teniendo como destino final el culo del cowboy super macho (todo esto con mímica, sonora y visual).. y después al otro día cuando amanecen, uno le dice al otro ‘yo no soy marica’, a lo que le responden ‘yo tampoco’, y se van caminando lo más panchos. No sé como mierda hizo para subirse al caballo después”. Nononononono, muy fuerte. Con lo de la comba nos reímos 75 horas más o menos.

Y Gastón acota después “Después de esta película, los dos actores se casaron de apuro y dejaron a las mujeres embarazadas. Nadie sabe porqué (risas generales)”.

La anécdota de la película más graciosa de mi vida, ya no la quiero ver por miedo a arruinar el cuento, jeje.