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El conventillo de mis sueños

Toda la vida pasé por la puerta de esa casa.

Ya desde chica, miraba esa casa, que en sí no tiene nada de especial, pero siempre la miré como si fuera una dimensión paralela al mundo real.

Es una casa que está en Millán antes de llegar a San Martín; que es como si fuera una propiedad horizontal, pero como metida entre las otras casas, y que la fachada es una gran reja, que por dentro se ve un patio interior.

Bueno, me explayo más. Siempre pasé en auto o en ómnibus por esas dos calles. Y siempre la vi de pasada, es decir, nunca me bajé a contemplarla en sí, siempre la avisté en movimiento. Y es algo automático, si estoy cerca de esa casa, inconscientemente vuelco mi mirada en esa dirección, esperando encontrarme con ella. Y allí sigue, hace ya como 15 o 18 años.

Ahora está toda la fachada interior pintada de naranja, con la mampostería pintada de blanco. Lo que más me gusta es que dentro de ese patio interior está decorado como si fueran callecitas en la Florencia de Italia o la Sevilla de España. Debe ser una propiedad horizontal.

Además, la vi en todos los contextos, en el atardecer, de mañana, de noche, en fin, con todas las iluminaciones habidas y por haber. Y dentro de esa reja, en ese patio interior, tiene como farolas que iluminan tan hermosamente esa especie de patio común. Aparte, sacando cuentas geométricas, debe de tener por lo menos 15 metros hacia el fondo que es lo que logro ver desde el ómnibus.

Y ayer justamente, cuando volteé la mirada, encontré la casita de mis sueños, que tenía dos personas caminando adentro de ese patio (se veían tan pequeñitas). Y la verdad es que los envidié. Me quedaría feliz de sólo entrar en ese mundo mágico de esa otra dimensión aunque sea un ratito.

Lo que desconozco es cómo será el interior de esas casas, qué muebles tendrán. Por ahora, lo que me atrae es ese interior de lo exterior. Y quien dice, capaz que algún día, por esas cosas del destino y del karma, podré vivir ahí.

2 tuvieron la brillante idea de pirar conmigo:

¡Qué bonita descripción! Así me siento yo cuando veo las casas viejas del barrio de Polanco. Son el tipo de casa donde me imagino haciendo una bonita vida con mi mareadito y mi gato mascota, no la horrenda vivienda de interés social que tengo abandonada en el Estado de México.

18 de abril de 2007, 14:11  

@TheUsualStuff: Actualmente no me puedo quejar de mi casa, por suerte. Igualmente la "Casita" que me gusta es muy grande como para vivir sola, pero si efectivamente fuera una propiedad horizontal, me llevaría a vivir conmigo a unos cuantos amigos jajaj. El dia que me mude allí te llamo pa que te vengas con tu mareadito (el gato dejalo allá porque no me gustan nada, jeje). Abrazos

19 de abril de 2007, 11:33  

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