A veces preferiría ser más ignorante de lo que actualmente soy. Dicen que la ignorancia se sufre. Puede de hecho ser cierto, porque siempre uno anda en busca de nuevo conocimiento. Pero no hay veces que a uno le gustaría no saber algo que se enteró de rebote?. No se me ocurre ningún ejemplo en particular, más que cuando te cuentan algo que vos sabés que otra persona lo debería saber más que vos, pero te dicen “no le digas a nadie” o el muy maldito “por favor que no salga de estas cuatro paredes”.
La típica “no se si estoy embarazada” y el presunto padre está a menos de 3 metros, pero no tiene ni la más pálida idea. Y una se tiene que quedar como una gila sabiendo algo que no quería saber, y encima se lo tiene que callar (y amagar a un consejo más o menos razonable). No es que me haya pasado esa situación exacta, pero pega en el palo.
A veces la ignorancia procura satisfacciones. Por ejemplo, jugando un torneo de ajedrez, me salve de una muerte horrenda (jaque mate despampanante) porque mi rival pensó que era tablas por continuación, y yo en mi ignorancia feliz, llegué a unas tablas muy lindas. Y me salvé por no saber que me iban a matar, sino probablemente me hubieran matado (todo esto figurativamente).
Pienso demasiado. Si pensara menos, adquiriría menos conocimiento. Si adquiriera menos conocimiento, sería más ignorante (pero no por ello más feliz).
Etiquetas: Pires propios
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