Como ya últimamente tengo la manía, dormí poco de noche. Sobre todo porque me vengo a despertar a las 6 y media de la mañana, habiéndome acostado a las 5 de la matina.
Lo curioso fue, que ni bien salimos en el trayecto en auto desde el Prado hasta el Centro (para los que no saben son casi 7 Km.), estaba la luna mirándonos. Pero sin ganas de ocultarse para que empiece el día. O más bien, estaba la luna de un lado, y amaneciendo del otro.
Había dos cosas en las que pensaba.
La primera es ¿¿¿Me estás jodiendo??? Si entro a la facultad a las 10, ¿por qué me tengo que ir A LAS 6:30? (Esa es fácil, si no me tengo que ir en ómnibus, y entre que me levanto, y espero el bondi, me termino levantando a las 7:30 u 8 a más tardar, y morir de frío en la parada, así que por una hora no me caliento).
La segunda es que en todo el trayecto venía pensando en sacarle una foto a la luna, en diversos cruces de las calles, en los que las hojas se estaban cayendo, producto de este otoño incipiente. Pero nunca me dio para sacar el celular del sueño que tenía. Y menos me pienso volver a levantar a esa hora pa sacarle una foto a la luna. Pero que linda que estaba.
De paso, como siempre, volteé mi cabeza en el momento justo para ver la casita de mis sueños, iluminada por las farolas del patio interior, y teniendo de fondo el amanecer (como para no enamorarme de esa casa teniendo ese paisaje). Tampoco me avivé de sacarle una foto, aunque se me cruzó lentamente por la cabezota mía.
También el Palacio Legislativo se veía hermoso, con el sol por un lado y la luna por el otro. Y también pensé en la foto, pero no me dio la agilidad mental y motriz.
Bah, la agilidad mental parecía haberse tomado un té de hongos, porque me puse a pensar en la dicotomía día-noche. Y asocié con la luz-oscuridad. Y con el disco de Jorge Drexler, que si no se refiriera al faro ese, se podría estar refiriendo a lo que estaba viendo yo, o sea que en hipótesis habría otro gil como yo que se levantó alunado. Pero ese señor debe dormir mejor que yo. Mejor para él.
Y ahora no es tan tarde que digamos, son las 8 de la mañana. Sigo estudiando, escuchando música, me detuve un minuto para contarles esto.
Lo curioso fue, que ni bien salimos en el trayecto en auto desde el Prado hasta el Centro (para los que no saben son casi 7 Km.), estaba la luna mirándonos. Pero sin ganas de ocultarse para que empiece el día. O más bien, estaba la luna de un lado, y amaneciendo del otro.
Había dos cosas en las que pensaba.
La primera es ¿¿¿Me estás jodiendo??? Si entro a la facultad a las 10, ¿por qué me tengo que ir A LAS 6:30? (Esa es fácil, si no me tengo que ir en ómnibus, y entre que me levanto, y espero el bondi, me termino levantando a las 7:30 u 8 a más tardar, y morir de frío en la parada, así que por una hora no me caliento).
La segunda es que en todo el trayecto venía pensando en sacarle una foto a la luna, en diversos cruces de las calles, en los que las hojas se estaban cayendo, producto de este otoño incipiente. Pero nunca me dio para sacar el celular del sueño que tenía. Y menos me pienso volver a levantar a esa hora pa sacarle una foto a la luna. Pero que linda que estaba.
De paso, como siempre, volteé mi cabeza en el momento justo para ver la casita de mis sueños, iluminada por las farolas del patio interior, y teniendo de fondo el amanecer (como para no enamorarme de esa casa teniendo ese paisaje). Tampoco me avivé de sacarle una foto, aunque se me cruzó lentamente por la cabezota mía.
También el Palacio Legislativo se veía hermoso, con el sol por un lado y la luna por el otro. Y también pensé en la foto, pero no me dio la agilidad mental y motriz.
Bah, la agilidad mental parecía haberse tomado un té de hongos, porque me puse a pensar en la dicotomía día-noche. Y asocié con la luz-oscuridad. Y con el disco de Jorge Drexler, que si no se refiriera al faro ese, se podría estar refiriendo a lo que estaba viendo yo, o sea que en hipótesis habría otro gil como yo que se levantó alunado. Pero ese señor debe dormir mejor que yo. Mejor para él.
Y ahora no es tan tarde que digamos, son las 8 de la mañana. Sigo estudiando, escuchando música, me detuve un minuto para contarles esto.
Etiquetas: Anécdotas de todo tipo, Pires propios
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Ay, inés. ¿Teniendo cel. con cámara y no lo usas? Si yo pudiera sacarme de mi cabecita todas las imágenes que no he podido tomar, llenaría un servidor entero.
Si lo tienes, vence al sueño. Esos momentos, como bien sabes, son únicos. Y son lindos para poner en los posts, ¿no crees?
The Usual Stuff dijo...
8 de mayo de 2007, 23:29
Jajaja. Yo no funciono por las mañanas. A menos que tenga 6 litros de cafe arriba.
YosoyineS dijo...
9 de mayo de 2007, 11:35
ja,ja,ja, Cierto. Yo funciono bien media hora, pero cuando llego al trabajo, ¡se me vuelve a dormir el cerebro! ja,ja,
The Usual Stuff dijo...
9 de mayo de 2007, 18:12