Pires clásicos de una mente casi brillante

Gabriel y Celeste vivían en un pequeño departamento, en alguna parte de Montevideo. Llevaban 5 años de casados, ella con 27 y él 29 años, se tenían por felices, hasta que una serie de cosas desataron un caos terrible.

Todo comenzó cuando la hermana de Celeste empezó a quedar corta de dinero para contribuir a la manutención de la madre de ambas.

-Valeria, ¿qué pasó?
- No, nada, estaba pensando en que mamá podría vivir un tiempo con ustedes, ya que ahí tienen un cuarto de sobra.
- ¿¿¿¿Vos estás loca???? Ni en pedo, con lo que se mete mamá, no duro ni dos semanas sin un intento de asesinato. Aparte Gabriel odia que se metan en las cosas de él, y yo odio que me cambie todas las cosas de lugar porque piensa que quedan en un lugar mejor y ocupan menos espacio.

Gabriel miró a Celeste como diciéndole "A mí no me metas en tus líos". Ella tomó un papel mientras hablaba por teléfono y le describe en garabatos las intenciones de su hermana. Él leyó con cara de susto y le vuelve a escribir "Intentá que tu vieja no se venga para acá, pero si no hay más remedio me la banco".

- Vale, ¿y por qué no se va contigo? Vos vivís sola, podés alojarla ahí, no jodas, no soy solo yo a la que jodés, también está Gabriel, son tus problemas económicos no los míos, hacete responsable.
- Mirá que sos egoísta, sos una mala persona, no me puedo manetener ni yo...

Gabriel vuelve a escribir "Ta, decile que yo mañana paso por allá y hablo con ella"

- Mirá, callate un poquito, mañana el gordo va pa allá, y vemos.
- Y lo mandás a aquél, sos una hija de tu madre, no podés intentar enfrentar tus problemas vos, mirá como sos, que basura...
- Son las 11 de la noche, mañana vemos, chau.

Se dio vuelta con mirada amenazadora:

- Gabi, no quiero a mi vieja acá, me voy a enloquecer, ya me enloqueció la mayor parte de mi vida, no la quiero acá, me entendés??
- Ya se amor, pero ¿qué querés que haga yo? Mañana voy a lo de tu hermana y veo que tal anda la cosa, no te calientes, vamo a dormir.
- Pero no es así, siempre se hace la mosquita muerta y logra lo que quiere, me tiene podrida, yo hace años me casé y me fui, qué viene a joder...
- Celeeeee
- ....siempre jodiendo a los demás, ¿por qué una vez en la vida no puede arreglarse de alguna manera? Ella convenció a mamá de que vendiera su casa y alquilara algo más chico, después se le patinó la plata, y ahora, que encima me tengo que bancar la mitad de los gastos de mamá, viene a joder, es lo único que sabe hacer, joder....
- Cele!
- QUEE?
- A dormir.
- Uffff...
- Dale, vas a ver que mañana encontramos alguna solución.
- Más te vale, no quiero a la histérica viviendo acá.
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Gabriel, a la salida del trabajo, pasa por el apartamento de Valeria. Mientras hablan, Gabi abre la heladera, y ve solo una botella de agua.

-¿Tan mal anda la cosa?
- Me subieron el alquiler... - Queda cabizbaja como renegando su situación.
- Vamos al super y te hago un surtido.
- No jodas Gabi, si aquella se entera te come en dos panes.
- No importa, no te vas a quedar sin comer porque a mi me podrían putear.

Al rato, Gabriel llega a la casa, y Celeste, esperanzada, lo recibe con todo el cariño, hasta que ve que algo no anda bien.

- ¿Qué paso, se puede saber?
- Tu madre va a vivir unos meses con nosotros, hasta que Vale se acomode un poco económicamente...- Espera resignado el golpe.
- ¿¿¿¿ME ESTÁS JODIENDO????
- No tiene ni pa comer tu hermana.
- Nonononononononononononono....
- Cele, ya viviste 22 años con ella, ¿que te hacen unos meses?
- .....nonononononononononononononononono......
- Amor, si ya sobreviviste a tu madre y me aceptó a mí como yerno, tan mal no nos puede ir
- No tenés ni idea de lo que estás diciendo...
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A los dos días cae la madre de Celeste, Patricia, con todas las valijas y bolsos y vericuetos de la mudanza... y así pasan los días, hasta que termina de acomodarse, y en el intervalo la mujer es un pan dulce.

- ¿Ves que tu madre no es tan odiosa?
- No sacó las velas rojas ni empezó a desplumar gallinas, es eso
- No jodas Cele, no es tan horrible
- Vas a ver lo que te digo, dejá que se acomode bien.

Y así transcurren los días, hasta que a Patricia se le da por cambiar los libros de texto de Celeste de lugar, por uno en una cómoda donde se guarda la vajilla, en el estante más alto.

- Maaaaa, ¿viste mi Código Civil?
- Está en el estante de allá arriba
- ¡¿Y que hace ahí?!
- Ocupa menos espacio ahí, y aparte así no se llena de polvo.
- ¡¡¡¡¡MAMÁAAAAAAAA!!!! Mis cosas no se cambian de lugar, te lo impuse como regla cuando vinisteeeeeee
- Ay Cele, no me critiques así, yo solo te estoy acomodando las cosas para que queden mejor y sean más funcionales, aparte te limpié todos los libros que estaban en el mueblecito aquél y te los pasé para ahí arriba
- ¡¡¡¿¿¿¿QUUUUEEEEÉ?????!!! MAMÁ, YO TRABAJO CON ESOS LIBROS!! APARTE AHÍ NO LLEGO!!!
- Bueno, ya les busco un lugar mejor
- ESTABAN BIEN DONDE ESTABAN
- No mi amor, ahi juntaban polvo
- ES LO QUE SE SUPONE HACEN LOS LIBROS, NO HABLAN, NO COMEN, JUNTAN POLVOOOOOO!!!!!!
- Bueno, no te enojes, siempre con ese caractercito de mierda vos, que mal agradecida, yo que te estoy haciendo un favor...
-Gabriel, sacala de acá antes de que la mate- Celeste iba apretando los puños, hasta que los nudillos le quedaron amarillos.
- Suegra, yo que vos empiezo a correr... -Con un tono de sorna, pero medio en serio, Gabriel toma del brazo a Patricia y la lleva a la cocina, y vuelve con su mujer.

- Amor, no te calientes, ahora le digo que te deje todo donde estaba y ya está.
- Vos no entendés, siempre fue así, me tiene re caliente, quiero que se vaya, no me importa Vale, quiero que se vaya YAAAAAA - Y acto seguido se encierra en el cuarto a llorar.

Pero pasa de esa situación, y entre madre e hija, pactan que si la madre quiere acomodar algo, lo anota en una lista, y después la hija evalúa el si o no del cambio.

Un día, por la tarde, Patricia consulta a su hija sobre algunos cambios, merendando en la cocina.

-Hay una fuente por ahí arriba que me molesta, en ese estante donde te había puesto los libros, ¿te acordás?
- ¿Una enooorme, con un borde grueso púrpura, y un borde finito dorado?
- Si, esa misma. ¿Se puede tirar?
- Que no te oiga Gabi, que es una herencia de su bisabuela, y que solo la familia de él puede cocinar ahí la receta familiar, ni yo la puedo tocar.
- Ta, pero es una fuente horrenda, yo les regalo una mejor.
Riéndose a carcajadas por dentro - Andá y preguntale a Gabi, está en el cuarto mirando el partido.

- Yernooo, ¿que te parece si cambamos esa fuente enorme de borde púrpura y dorado que tanto jode?
- Ni se te ocurra tocar esa fuente
- Perooo..
- Pero nada, esa fuente no se toca.
- ¿Y si accidentalmente se rompe no pasa nada no?
- ¿Y si accidentalmente te rompés vos no pasa nada tampoco no?

Las carcajadas de Celeste se escuchaban en todo el edificio. Y a partir de ese día, Gabriel decidió que él pagaba la cuota que le correspondía a Valeria, mientras que la suegra no viviera mas ahí.
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(Continuará...)